A.P.A.I. Y EL CAMINO A LA AUTONOMIA
Los primeros pasos de la autonomía fueron
en el año 1947. Quien estaba al frente de la idea era el médico Idélico Gélpi
(ver anexo fotográfico – N 2), quien formó junto a un grupo de vecinos la primera
comisión para impulsar el tema. Ante esta iniciativa y para evitar el avance de
la idea, desde el Concejo Deliberante de Morón de la época, se impulsó en 1949
la modificación de los límites territoriales de Ituzaingó, trasladando el
límite Este de la ciudad al eje Santa Rosa – Blas Parera, a escasas tres
cuadras de la estación de Ituzaingó, cercenando su superficie tanto del lado
norte como en el sur.
Otros intentos se manifestaron en los año
1957 por el Frente Unido Pro Autonomía de Ituzaingó encabezado por el vecino
Jorge Galtié (ver anexo fotográfico – N 3) y en 1962 por Eduardo L. Firpo (ver
anexo fotográfico – N 13), teniendo lugar otras comisiones. Finalmente, en
marzo de 1984 se formó el grupo que vería plasmado en la realidad aquel sueño
anhelado.
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Luego se transformaron en asociación civil
porque era la forma legal que les daba la posibilidad de seguir trabajando y
así nace A.P.A.I. (Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó) que tuvo personería jurídica
en 1985 y reconocimiento municipal de Morón en 1987.
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Jorge Galtié, presidente del Frente Pro Autonomía de Ituzaingó (1957) |
Sus principios eran los siguientes:
“La Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó está constituida por vecinos que ponen su esfuerzo al servicio de un objetivo:
la Creación del Municipio de Ituzaingó.
A.P.A.I. abre sus puertas a todas las
personas de buena voluntad que quieran aportar su trabajo y sus ideas en pos
del logro de ese objetivo antes mencionado, convencidos todos sus miembros de
que la autonomía es el único medio que nos permitiría alcanzar una mejor
calidad de vida.
A.P.A.I. ha sido, es y será una
institución abierta a todas las inquietudes vecinales, y el hecho de integrarse
para un fin determinado – la autonomía-
no significa que transite su camino, ajena a los problemas que aquejan a
nuestra ciudad; por el contrario, pretende ser portavoz ante quien corresponda,
de las carencias que afectan a nuestra querida Ituzaingó.
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Dr. Eduardo Firpo, hizo gestiones por la autonomía (1962). |
A.P.A.I. no permitirá que su acción
comunitaria sea utilizada con fines políticos de cualquier signo o color.
A.P.A.I. no está formada por personas
apolíticas, de hecho creemos que el hombre y la mujer apolíticos no existen,
pero quienes se unan a ella deberán anteponer, a sus intereses políticos,
económicos o sociales, el bien común.
A.P.A.I. respeta todas las ideas, todos
los oficios y profesiones, todas las condiciones sociales. El pequeño aporte de
los humildes tiene, muchas veces, más valor que la ayuda espectacular de los
supuestos grandes, cuando se lo mide con la vara de la sinceridad.”
Ante las distintas presentaciones, los
pro-autonomistas recibían como respuesta expectativas sin fechas ciertas,
ligadas algunas a una eventual reforma de la constitución provincial o
voluntades políticas que recién empezaron a avizorarse con la llegada del Dr.
Eduardo Duhalde a la gobernación bonaerense en 1991.
Los Ituzainguenses aducían como principal
causal de justificación, el hecho de sentirse como una ciudad periférica del
municipio de Morón del que no recibían ningún beneficio. Era la ciudad que más
aportaba al erario municipal y que menos recibía en contrapartida. Salvo algunos
servicios, como el de recolección de residuos, el resto dejaba mucho que
desear.
La ciudad de Ituzaingó representaba el 33
por ciento de la recaudación del partido de Morón, retornando al territorio
local un promedio del 8 por ciento en concepto de obras y servicios dentro de
los límites reclamados. Por otra parte solo un 20 por ciento de sus calles
tenían asfalto.
El crecimiento demográfico y las nuevas
necesidades de la población iban evidenciando la dificultad de cumplimiento con
las obras y servicios públicos que le correspondía brindar a los municipios
grandes. Esto se vinculaba a que los mismos se encontraban asfixiados por la
burocracia, lo que hacía difícil el óptimo
manejo administrativo.
La autonomía era deseada porque permitiría
recuperar la confianza y el pensamiento localista de sus habitantes, además de
dar forma a un futuro y delinear la
ciudad del mañana. También sería posible recuperar un ritmo de crecimiento para
garantizar la fuente de ingresos, cuyos recursos permitirían solventar obras y
la prestación de servicios necesarios.
El año 1987 no fue para A.P.A.I. un año de
grandes concreciones. No lo fue por distintas razones, pese a la constancia con
que aquella Comisión Directiva había trabajado.
Muchos viajes a La Plata; entrevistas con autoridades
nacionales, provinciales y municipales (de Morón y Buenos Aires);
correspondencia; conversaciones telefónicas; mucho tiempo y esfuerzo dedicados
al trabajo comunitario, no encontraron a veces el eco que merecían.
Manifestaciones del Vicegobernador Lic.
Luis Macaya, en favor de la Subdivisión de los grandes municipios, y la
justicia del pedido, les permitía abrigar grandes esperanzas en un futuro
inmediato, aunque, bueno es decirlo, no manejaban los tiempos, y solo podían
peticionar, exponer razones y esperar.
Ya se hablaba de un proyecto de reforma de
la constitución de la provincia de Buenos Aires que preveía la creación de
nuevos municipios en ciudades que cumplieran con ciertos requisitos que
Ituzaingó superaba ampliamente.
Supieron desde el primer momento que no sería
un trámite fácil, pero tampoco imposible. Durante ese año, como en los
anteriores, habían avanzado, más lentamente de
lo deseado, pero era un progreso.
El 22 de diciembre de 1987 concurrieron a
La Plata a raíz de una citación que les hiciera llegar el Subsecretario de
Asuntos Municipales, Contador Raúl Alberto Fernández. Durante la entrevista se
trataron distintos aspectos de los trámites por la autonomía municipal. Esta
primera conversación con un funcionario del nuevo gobierno provincial que
encabezaba el gobernador Antonio Cafiero, les permitió ser muy optimistas, en
aquellas gestiones.
El 11 de Abril de 1988 A.P.A.I fue
recibida en una entrevista por el Dr. Eduardo Garimaldi, asesor del entonces
intendente municipal de Morón, Juan Carlos Rousselot. Durante una prolongada
entrevista, se hablaron de temas que ocupaban la gestión de la Asociación,
entre los que se encontraba la autonomía municipal.
Aunque para entonces no se podía hablar de
plazos, cada conversación, reunión o gestión de índole local o provincial, permitía
ver con más claridad el panorama para lograr la tan ansiada independencia.
A esa altura de la cruzada, ya se empezaba
a tener relación con los distintos bloques de la legislatura bonaerense.
Mientras tanto, A.P.A.I. también se ocupaba de otros tantos reclamos sociales
que hacían a la mejora de la calidad de vida del vecindario. Estos eran
llevados como reclamo a los distintos ámbitos de gobierno, constituyéndose en
una voz reconocida por las autoridades.
En el mismo año, la asociación elige
nuevas autoridades, quedando de
presidente Argentino Sanzone (ver anexo fotográfico – N 4), como
vicepresidente, Francisco Scalercio, secretario Antonio Alfonso y cubriendo los
cargos subsiguientes, Jorge Alberto Cebey, Luis Rodríguez Soto, Luis Tomás
Parola, Oscar Horacio Di Napoli, Eduardo Teodoro Espíndola, Enrique Bataller,
Norma Beatriz Áreas, Eduardo Bataller, Celia Olazábal, Rosa Delissague, Segundo
Díaz y María Ríos. Todos integrantes de la única lista de candidatos
presentada.
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Argentino Sanzone - Primer presidente de A.P.A.I. (1985) Foto: Archivo Museo Clarisse Coulombié de Goyaud. |
Todos durarían dos años en el cargo con
excepción del secretario de actas que se renovaría en un año, por haberse
elegido para concluir el mandato del señor Oscar Carlos Eriksson.
Para poner fin a esa reunión firmaron el
acta dos socios designados que fueron los señores Porta y Reale. Seguidamente
se realizó una asamblea extraordinaria para temas relacionados a los cambios en
la cuota social y otras temáticas de índole administrativa, cuya acta final
fue signada por la señora de Espíndola y el señor Alberto Delissague. (Estas
menciones apuntan básicamente a resaltar los nombres de todos aquellos vecinos
que fueron parte del proceso que llevó a la autonomía municipal).
El 23 de Noviembre de 1988 una
representación de la comisión directiva visitó distintos despachos bonaerenses.
Con relación a la autonomía municipal,
se pudo confirmar que el proyecto de Ley de Autonomías se encontraba para su
estudio en la legislatura bonaerense y albergaba algún síntoma de progreso. A
pesar de la demora observada en su tratamiento, vislumbraban una expectativa óptima.
Para los autonomistas, los gobiernos
municipales se suceden, se renuevan las promesas de un trato igualitario, se
dan a conocer proyectos, se anuncian mejores servicios... Pero la situación de Ituzaingó, dentro del Partido de Morón, no
variaba.
Desde el 25 de junio de 1989 comienza a
conducir la asociación la comisión directiva que entraría en la recta final
para lograr la misión de ver cristalizada la autonomía.
Las reuniones se hacían en el salón de
actos del banco Credicoop y en esa oportunidad se presentó una sola lista, la
nueva comisión se conformaba de la siguiente manera:
Presidente: Argentino
Sanzone
Vicepresidente: Eduardo
Teodoro Espíndola (ingresa en 1985).
Secretario: Antonio Alfonso (ingresa en 1987).
Tesorero: Luis Rodríguez
Soto (ingreso en 1986).
Protesorero: Enrique
Bataller (ingreso en 1986).
Secretario de Actas: Luis
Tomás Parola (ingreso en 1988).
Vocales Titulares:
-
Oscar Horacio Di Napoli
-
Ramón Salvador Gorosito
-
Norma Beatriz Arias (ingresa en 1988).
-
María Ignacia Ríos - Andrés Luis Castellano
Vocales Suplentes:
-
Jorge Pedro Allende (ingresa en 1987).
-
María Elvira Manera (ingresa en 1989).
-
Humberto Livolzi (ingresa en 1988).
Comisión revisora de
cuentas:
-
Eduardo Bataller (ingresa en
1988).
-
Segundo Díaz
-
Rosa Delissague (ingresa en 1988).
Esta comisión se reunían los martes de 18
a 20 horas, en la sede de U.C.I.A.D.I. (Unión de Comerciantes, Industriales y
Afines de Ituzaingó), Olazábal 841 de Ituzaingó, gentilmente cedida para ese
fin en forma desinteresada.
El 6 de julio de 1989 presentaron otro
proyecto a la legislatura provincial bonaerense, avalado por 6.000 firmas y
posteriormente al Ministerio de Gobierno provincial, sumándole otras 2.000
firmas más. En él, los autonomistas de Ituzaingó reclamaban la creación de un
municipio que tuviera en cuenta sus límites históricos: calle Las Cabañas, Río
Reconquista, Acevedo (lado norte) – Hortiguera
(lado sur), Pedro Ferré,
Gastón Jarry, Passadore, Coronel Arena, Estanislao López, San Nicolás,
Pergamino y Avenida Gaona. (ver anexo documental – N 4).
Las gestiones por la autonomía municipal
de Ituzaingó llegaron a un punto importante en 1989. El proyecto
correspondiente tuvo su ingreso en la Legislatura por la Cámara de Diputados
bonaerense. A partir de ese logro, A.P.A.I. comenzó a difundir las razones que
la llevaron a retomar las banderas que por primera vez en 1947, enarbolara el
doctor Idélico Gelpi.
Para esto se comenzaron a concretar
reuniones con distintos legisladores, representantes de diferentes extracciones
políticas y a través de diversos medios de comunicación.
Para acompañar la documentación elaborada
se procedió a la elaboración de un manifiesto con firma de numerosos vecinos y
adhesiones de diversas instituciones.
El proyecto de ley fue presentado por el
diputado provincial Julio Assef. Desde ese momento aumentó el reconocimiento a
la lucha de larga data y motivó el acercamiento, ofrecimiento desinteresado y
valiosa colaboración que sorprendió a propios y extraños, muy estimable al
momento de contar con ello.
Aun los que no opinaban sobre la autonomía
porque lo creían imposible, comenzaron a mostrar apoyo a la idea. Voces a favor
y en contra comenzaron a multiplicarse, sin duda constituían el paso ineludible
que a la larga llevaría al progreso de Ituzaingó.
En otro de los tantos viajes a la ciudad
de La Plata, A.P.A.I. logró una entrevista con el señor Raúl Héctor Burgos,
quien era asesor del entonces Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires, Dr. Carlos Raúl Alvarez (vecino de Ituzaingó y quien a futuro estaría
muy ligado a los procesos de autonomía
municipal), claro que el tema en cuestión en aquella visita era el trazado de
las líneas de colectivos.
El señor Burgos tomó nota de la anunciada
extensión del recorrido número 1 de la línea de colectivos 312 que uniría la
estación ferroviaria de Ituzaingó con la de Moreno, por calles de la zona norte
de la ciudad. También conversaron sobre
las gestiones relacionadas por el jardín de infantes a construirse en el terreno
donado por la sucesión de don Mariano Piparola y cuyo trámite fue arduo.
Por entonces se comentaba que un proyecto
de ley de autonomías, emanado del Poder Ejecutivo Provincial, había sido
enviado tiempo antes a la Legislatura Bonaerense para su tratamiento.
La anunciada reforma de la Constitución
provincial que se votaría en 1990 propiciaría, según la dirigencia política,
“el fin de las grandes concentraciones burocráticas” y el fortalecimiento de
las autonomías; pero la misma no prosperó.
Hubo varios intentos por reducir el
espacio territorial y el crecimiento de Ituzaingó para restarle mérito para la
obtención de la autonomía, como el cercenamiento de su territorio cuando en
1949 se modificaron los límites de la ciudad. La medida absurda y sin
fundamento, pese a no romper los vínculos del área afectada con Ituzaingó,
sirvió para terminar las gestiones que por la autonomía municipal se venían
intentando desde hacía dos años antes, por el doctor Idélico Gelpi. También
sucedió con la modificación del diagrama del servicio de transporte automotor o
los proyectos de red vial, que tendían a
aislar cada vez más al incipiente centro comercial de Ituzaingó.
No obstante, Ituzaingó con más población
que varias capitales de provincias y que alguna provincia también, tenía todo
el derecho de administrar su presente, decidir su futuro y de elegir su propio
gobierno.
Hasta ese momento, todas las expectativas
se centraban en el proyecto del Dr. Julio Asseff, y si dicha iniciativa no se
concretaba lo iban a seguir intentando.
La estrategia siguiente apuntaba a
vincularse con otras comunidades que aspiraban al mismo objetivo en el resto de
la provincia. Sabían que las cuestiones políticas no podían quedar al margen de
tan trascendental objetivo. Estaban
decididos a avanzar a toda costa, y hasta percibían que estaban cerca de
lograrlo.
Ya en marzo de 1991, se pudo constatar que
la creación de nuevos partidos por medio de la subdivisión de grandes
municipios, comenzó a ser tema de conversación en distintos ámbitos. A partir
de allí los miembros de A.P.A.I. se dieron cuenta que no habían trabajado en
vano. Para ellos, el derecho a la autonomía les permitiría definir el futuro de
la ciudad, decidir el destino de sus aportes y atender la calidad de vida y
elección del propio gobierno municipal.
La comisión de vecinos entusiastas,
aumentó los contactos con legisladores, funcionarios y dirigentes de distintos
partidos políticos con representación parlamentaria.
Al mismo tiempo, A.P.A.I. comenzó una
campaña para difundir el término “autonomía municipal”, para que se conozca y
sea fácilmente entendido por la población.
El 3 de abril de 1991, enviaron una carta
al presidente del Cámara de Diputados de la provincia Osvaldo Mercuri,
solicitándole información sobre el estado en que se encontraba el Proyecto de Ley de Creación del Partido de Ituzaingó en esa Cámara. Este último había sido
presentado por Julio Asseff el 6 de julio de 1989, según expediente
D-273/89-90.
Desde el 14 de Julio de 1991 continúa la
labor una nueva comisión directiva en A.P.A.I. La única lista presentada, fue
elegida con el total apoyo y respaldo unánime de los presentes en la asamblea
general ordinaria de esa institución. La misma quedó de la siguiente manera:
Presidente Honorario:
Argentino Sanzone.
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Eduardo T. Espíndola - último presidente de A.P.A.I. (1994) |
Presidente: Eduardo
Teodoro Espíndola. (ver anexo fotográfico – N 5).
Vicepresidente: Antonio
Alfonso.
Secretaria: Rosa C.
Delissague.
Prosecretaria: María
Elvira Manera.
Tesorería: Lucía E.
Marletto de Mel. (ingresa en 1990).
Protesorero: Enrique
Bataller.
Secretario de Actas: Luis
Tomás Parola.
Vocales Titulares:
-
Oscar Horacio Di Nápoli.
-
Domingo Fantone. (ingresa en 1990).
-
Pedro F. Fraccalvieri. (ingresa en 1990).
-
Cristina Alejandra Juárez.
(ingresa en 1991).
-
Andrés Luis Castellano.
Vocales Suplentes:
-
Ramón Salvador Gorosito.
-
Ernesto Rosales. (ingresa en 1991).
-
José María Camarotta. (ingresa en 1991).
Comisión Revisora de
Cuentas:
-
Eduardo Bataller.
-
Jorge Allende.
-
María Teresa M. de Sati.
(ingresa en 1990).
También fueron parte del proceso pro
autonomía durante todos estos años, entre otros las siguientes personas:
Aguilar, Dora; Lopez, Carlos; Agustin, Enrique (ingresa en 1993); Mainero, Ediberto; Bataller, Eduardo T.; Mainero de, Amparo; Barba, Claudio (ingresa en 1993); Manera, María Elvira; Bernardini, Carlos Andres (ingresa en 1986); Marleto de Mel, Lucia Elena; Bernardini, María C. (ingresa en 1986); Monje, Leonardo César (ingresa en 1992); Cabró, Juan Carlos (ingresa en 1986); Olazabal de Queipo, Celia (ingresa en 1986); Cebey, Jorge Piccardi, Anselmo; Cogorno, Pedro M; Pironi, Irene; Di Crocco, Antonio (ingresa en 1986); Ponthieu, Mónica (ingresa en 1985); Erikson, Oscar (ingresa en 1987); Primavera, Andrea P.; Ferreyra, José; Rizzutti, Luis (ingresa en 1993); Frascarelli,
Rodolfo; Rosemberg,
Fabio (ingresa en 1992); Gorosito,
Ramón; Scalercio, Francisco; Guida, José; Thisler, Fabián (ingresa en 1992); Introzzi, Etelvina;
Villanueva, Oscar; Jukim, Abrakam; Legorburo, Carlos Alberto (ingresa en 1986).
Se puso a consideración ante aquella
asamblea, la designación del señor Argentino Sanzone como presidente honorario
de la institución, moción que fue aprobada por aclamación. En esa oportunidad
también estuvieron presentes Francisco Scalercio y Rodolfo Frascarelli,
vicepresidente y secretario respectivamente en los inicios de A.P.A.I. desde
1984. Además de Frascarelli, también Luis A. Rizzutti, fueron los dos socios
que firmaron el acta de esa asamblea.
A siete años de su nacimiento como
asociación que había visto la luz casi a la par del retorno de la democracia y
con Don Eduardo Espíndola al frente, A.P.A.I, continuaba hacia la meta.
Su consolidación institucional, permitió
reponerse a numerosos intentos que no vieron un final feliz en aquellos
momentos, siendo motivo esto de nuevos intentos.
Todo indicaba que seguía la búsqueda de un
sueño de cuarenta años: el nuevo municipio de Ituzaingó con sus límites
históricos. Estaban dispuestos a revalorizar la esperanza que los motorizó
siempre, pero no se imaginaban qué tan cerca estaban. Todo se resumía en el
verbo PARTICIPAR.
El 7 de agosto de 1991, la comisión
directiva se trasladó a la capital de la provincia (ciudad de La Plata), para
entrevistarse con el diputado provincial Hugo Eduardo Bontempo, quien se hizo
cargo de seguir los proyectos del Dr. Julio Asseff y entre los cuales se
encontraba el de la creación del nuevo municipio de Ituzaingó.
El proyecto debía ser tratado por la
comisiones de Asuntos Municipales, Asuntos del Conurbano, de Legislación
General y de Asuntos Constitucionales y Justicia, para ser tratado en el
recinto y en sesión ordinaria. Aprobada en esa instancia, pasaría a la Cámara
de Senadores.
El intento legislativo ya tenía dos años
en estudio, y ya había sido enviado al archivo por la Comisión de Asuntos
Municipales. Por esa razón, el diputado Bontempo se había comprometido a
reflotarlo para continuar con el curso pertinente.
Se estaba en víspera de elecciones para elegir al gobernador y el tema de la subdivisión de los megapartidos gozaba de
manifestaciones favorables por parte de algunos candidatos.
De los dos candidatos con más
posibilidades de ganar las elecciones que eran Eduardo Duhalde (por el Partido
Justicialista) y Juan Carlos Pugliese (por el Partido Unión Cívica Radical),
ambos se manifestaron a favor del achicamiento de los municipios grandes. En el
mismo sentido se había expresado el Dr. Norberto García Silva (quién dejaba de
ser intendente de Morón para ser candidato a Vicegobernador de la provincia).
Por su parte, el entonces gobernador
Antonio Cafiero, sostuvo en una intervención televisiva, un criterio similar
poniendo como ejemplo a los partidos de La Matanza, General Sarmiento y Morón.
El 8 de Septiembre de 1991, el Dr. Eduardo
Duhalde fue electo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y las
expectativas de A.P.A.I. comenzaban a tomar solidez.
Desde la sede de Rodríguez Fragio 410/412
de Ituzaingó, los trabajos por lograr el cometido no cesaban.
Hasta que se produjo la asunción de las
nuevas autoridades, distintas versiones circulaban sobre la posibilidad de que
Ituzaingó sea cabecera de un nuevo partido. La autonomía comenzaba a traer
discusiones mientras que algunos la daban como un hecho.
Para alejar dudas, hubo una comunicación
telefónica con el diputado Bontempo y este aseguró que el proyecto tomaría
nuevo impulso después del 10 de diciembre de ese año, fecha prevista para el
cambio de autoridades, entre la que se incluye la renovación parcial del
congreso provincial.
Ya en enero de 1992 se le mandó una carta
al gobernador Duhalde, en la que se le envió un racconto histórico breve de las
gestiones realizadas desde 1947 hasta esa fecha. Allí explicaban las causas del
pedido, ya que se refería al atraso de
la ciudad con relación a la dependencia de Morón y la reivindicación de
sus límites históricos.
El gobernador contestó la carta
inmediatamente y a través de su secretaría privada, haciendo saber que derivó
el tema al Ministerio de Gobierno y Justicia de la provincia, ante quienes se
debía continuar las gestiones.
La derivación los llevó nuevamente a la Subsecretaría de Asuntos Municipales como en las gestiones anteriores. El 13 de febrero de 1992, es contestada la presentación a esa Subsecretaría por una carta enviada por el Lic. Fernando Suárez, a cargo de la Dirección Provincial del Conurbano Bonaerense. Ahí le pedían que se comuniquen telefónicamente con esa Dirección Provincial a los efectos de concertar una entrevista para el 16 de Marzo con la Dra. Díaz, que cumplía funciones de asesora de dicha área.
En la prolongada entrevista con la
funcionaria, se procedió como siempre, a la enumeración de los pasos dados
hasta el momento. La funcionaria escuchó interesada e hizo preguntas sobre el
tema, comprometiéndose a transmitir lo expuesto al Lic. Suárez. Toda esta etapa
era de una consideración positiva.
Mientras tanto, para el mes de mayo, se
sabía que el trámite parlamentario del proyecto de ley, ahora impulsado por el
diputado Bontempo, seguía su camino. Aparentemente, había consenso de las
fuerzas políticas y a su vez A.P.A.I. dejaba en claro que no tenía compromiso
alguno con ningún partido político.
En el mes de junio de 1992, se anunciaba
el ingreso a la legislatura bonaerense de otro proyecto de ley que pedía la
autonomía municipal de Ituzaingó, para el que una fuerza política con
representación local, recolectaba firmas de adhesión para acompañar el proyecto
de ley que reclamaba los límites históricos. El 21 de Julio del mismo año, se
le envió otra carta al diputado Osvaldo Mercuri solicitando información sobre
el estado de los proyectos de ley que tenían que ver con la autonomía local de
nuestra ciudad.
La esperanza que significaba el ingreso al
año 1993, sabiendo que mucho iba a depender de los tiempos políticos que ellos
no manejaban, les ayudaba a no bajarían los brazos.
A esas alturas ya nadie negaba la
dificultad de gobernabilidad que tenían los municipios grandes, lo que estaba
directamente relacionado con el sobredimensionamiento en su extensión y
población. Las autoridades municipales se veían superadas por la magnitud y la
cantidad de problemas que debían enfrentar, habida cuenta del número de
localidades que dependían de la ciudad cabecera de cada municipio.
Para el mes de abril de 1993 ya se sabía
que el Dr. Alvarez sería el encargado de llevar adelante la coordinación del
proyecto de subdivisión de los partidos grandes y deciden enviarle una carta
para lograr una entrevista y poner en su conocimiento el trabajo que venían
desplegando desde hacía años.
Como ya expresé en el capítulo anterior,
se me encargó entablar contacto con ellos y tomar conocimiento sobre las
actividades que vinieron desarrollando, como así también saber si tenían
contacto con otras agrupaciones vecinales similares a quienes pudiera contactar
(ver anexo periodístico – N 22).
Otro luchador incansable por la autonomía
de su localidad, el Ingeniero José Guber, visitaba Ituzaingó en representación
del movimiento que gestiona la creación del partido de Marcelo T. de Alvear
con cabecera en Don Torcuato (partido de
Tigre). El Ing. Guber explicó en Ituzaingó su proyecto y luego quedaron en
contacto para establecer nuevas vinculaciones para buscar la concreción de
ambas iniciativas.
El visitante dejó una carpeta con datos
del censo de 1991, copia del proyecto de creación del partido Marcelo T. de
Alvear y artículos periodísticos relacionados a sus gestiones, del diario del
municipio de Tigre “Defensa” que se editaba en su ciudad.
Sorprendieron entonces a los miembros de
A.P.A.I., las cifras del censo que pertenecían a Morón, siendo estas
discriminadas de la siguiente manera:
Ituzaingó aparecía como la ciudad más
grande del municipio y si se contemplaba la proporción de habitantes sobre parte
de los límites reclamados, se podría llegar a una población aproximada a los
150.000 habitantes.
El 14 de Junio de 1993 a las 16,00 horas,
asistí a una reunión para brindar una charla informativa y en representación
del Dr. Carlos Raúl Alvarez, dando a conocer detalles sobre el estado del proyecto de subdivisión
de municipios sobredimensionados. Fueron convocadas las fuerzas vivas locales y
los grupos pro autonomistas de otras latitudes de la provincia que buscaran el
mismo objetivo.
Pese a las desfavorables condiciones
climáticas de aquel día, asistieron miembros de delegaciones pro autonomistas
de Bella Vista (partido de General Sarmiento), Don Torcuato (partido de Tigre),
Garín (partido de Escobar) y Hurlingham. Asimismo, asistieron instituciones
intermedias de Ituzaingó como ser representantes de la Sociedades de Fomento
Villa Irupé, 17 de Agosto, Barrio Jardín Pintemar, del Museo Clarisse Coulumbié
de Goyaud, Fundación Fernandez, Unión de Comerciantes, Industriales y Afines de
Intuzaingó (U.C.I.A.D.I.), Centro de Comerciantes de Avenida Brandsen y
aledaños
(C.A.B.Y.A.), Centro
Cultural Bernardino Rivadavia, Centro de Salud Elena Gorkin, Jorge Ulises
Piccoli por ser presidente de la Sociedad de Fomento Unión de Villa las Naciones,
y vecinos.
En esa oportunidad hice una detallada
exposición acerca de los alcances y la situación en la que se encontraba el
proyecto oficial hasta aquel momento. Hasta entonces, los técnicos se
encontraban trabajando en el relevamiento total del conurbano bonaerense a
través de comisiones técnicas conformadas al efecto.
Con los datos así obtenidos y los
fundamentos que aportaban los pedidos de nuevas autonomías, se determinarían
los límites que darían lugar a la conformación de los nuevos municipios. El
tiempo previsto para la concreción de esa tarea estaba estipulado para dos
años, pero la decisión de los responsables estaba orientada a reducir los
plazos a uno, razón por la cual se trabajaba aceleradamente. No obstante ello,
los estudios comenzaron en junio de 1993 y terminaron con los primeros
municipios creados en diciembre de 1994. En aquella reunión, le pedí a los
concurrentes que tuvieran una participación más activa con el aporte de
información, la que nos sirvió para cruzar con los datos relevados por los
equipos técnicos y así comprobar la veracidad del material recopilado. (ver
anexo periodístico N 2).
La reunión concluyó luego de las consultas
evacuadas por los presentes y con el compromiso de nuestra parte de mantener el
contacto fluido con las entidades autonomistas y extensivo a otras entidades
similares que pudieran sumarse. Según los anfitriones, quedaba flotando una
sensación francamente optimista.
Posterior a esa reunión, el Dr. Alvarez,
encomendó a A.P.A.I. la misión de coordinar el accionar de los movimientos pro
autonomistas similares en el ámbito del Gran Buenos Aires, en reconocimiento
por ser una de las primeras entidades en acercarle sus inquietudes.
El cumplimiento de esa responsabilidad la
llevarían a cabo con la colaboración del Ing. José Guber (de Don Torcuato -
Tigre). Para seguir con la tarea, se convocó a una nueva reunión de carácter
informativo en la que también estuve explicando los alcances de los
relevamientos, pero haciendo hincapié en la presencia de instituciones que no
habían asistido a la reunión anterior. Esta última fue el sábado 17 de Julio
de 1993 a las 19,00 horas y también en el Club Fragio. (ver anexo periodístico
N 3).
Asistieron representantes de
Libertad-Pontevedra (partido de Merlo), San Francisco Solano (partido de
Quilmes), Ciudadela (partido de Tres de Febrero), José C. Paz (partido de
General Sarmiento), Cuartel 9 (partido de Lomas de Zamora) y 9 de Abril
(partido de Esteban Echeverría).
En esa ocasión reiteré los conceptos
vertidos en reuniones anteriores acerca del funcionamiento de comisiones
técnicas que estaban llevando a cabo un relevamiento del área en cuestión,
poniendo especial atención en los aspectos económicos y jurídicos y también en
los antecedentes históricos de cada sector que gestione su autonomía municipal.
Todos los datos aportados por los grupos autonomistas, fueron elevados a los
equipos técnicos.
Para la segunda quincena de agosto de ese
año, ya se pensaba en una reunión final con todos los grupos pro autonomistas
representativos del conurbano, ya que esa era la zona en estudio.
A esa altura de los acontecimientos, ya
calculábamos llegar con todo listo para elegir los primeros intendentes del
proyecto “GENESIS 2000” para las elecciones generales del año 1995. (ver anexo periodístico N 4).
Precisamente el 22 de agosto de 1993, nos
reunimos en San Francisco Solano (Quilmes), en las instalaciones de los
Bomberos Voluntarios y concurrieron autoridades de diversas instituciones
locales.
Esta vez me acompañó el
asesor del Dr. Alvarez, el Dr. Mario O. Casesse (área Salud), quien hizo una
interesante exposición sobre la descentralización de los servicios
hospitalarios y la conveniencia de reemplazar los consultorios externos por
unidades sanitarias distribuidas por los barrios, a los efectos de simplificar
la atención primaria de los pacientes y su posterior derivación cuando el caso
lo requiera. La reunión siguiente ya sería con el equipo de asesores en su
totalidad y sobre todos los temas de estudios. (ver anexo periodístico N 5).
El domingo 26 de septiembre del mismo año, asistí a una reunión con todas las entidades convocadas que se fueron sumando en los encuentros anteriores. Esta vez fue en la sociedad mutualista y de fomento de Don Torcuato y además de los anfitriones y las entidades ya nombradas, se sumaron Del Viso (del partido de General Sarmiento y que buscaba su anexión al municipio de Pilar), Pacheco – El Talar (partido de Tigre) y Ezeiza (partido de Esteban Echeverría). Las diversas entidades hicieron entrega de sus proyectos. En esa oportunidad, Ituzaingó sumó un listado actualizado de firmas comerciales, industriales y afines del futuro distrito. (ver anexo fotográfico – N 6)
Fue en esa oportunidad que el equipo de
asesores del Dr. Álvarez se hizo presente para explicar los detalles de los
estudios avanzados, y anunciaron como fecha de posible conclusión de la primera
etapa de los estudios, diciembre de 1993. Al finalizar el encuentro, por
unanimidad, todas las entidades presentes eligieron a A.P.A.I. como asociación
coordinadora de todos los grupos pro autonomías del conurbano bonaerense. (Ver
anexo periodístico N 6 pág 1 y 2).
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Reunión del Comité de Seguimiento en Don Torcuato (26/09/1993) Foto: Diario Defensa de Tigre |
Para entonces, las instituciones
aguardaban con optimismo los resultados que concretarían sus respectivas
iniciativas. Ituzaingó sentía que estaba más cerca que nunca del ansiado sueño,
ya que a diferencia de intentos anteriores que chocaban con la indiferencia o
la falta de realismo para resolver los agudos problemas que afectaban a la
región, marcaba la diferencia en esos días, la decisión política del gobernador
de la provincia de Buenos Aires de poner fin a ese estado de las cosas. A
partir de allí y con muchos años de actividad
y sin connotaciones político - partidaria, sin beneficios personales, con
gestiones iniciadas y continuadas ante funcionarios de toda ideología política
de gobierno, se comunicaba a la comunidad sobre cada paso dado en pos del
objetivo trazado.
Para confirmar dicha objetividad, el 23 de
octubre, los diarios La Nación (ver
anexo periodístico – N 18) y La Prensa reflejaban lo dicho en una entrevista
realizada al Dr. Carlos R. Álvarez (ver anexo periodístico – N 7 páginas 4 y
5).
Todo indicaba que la autonomía venía con
paso firme. La iniciativa oficial avanzaba hacia su concreción que coincidiría
con la creación de nuevos partidos, pese a que la dirigencia política de
algunos estamentos nunca creyó que el proyecto “GENESIS 2000” se convertiría en
uno de los hechos políticos más trascendentes de los últimos tiempos.
Alvarez había señalado el fin del
relevamiento y el inicio del Análisis Integral del Conurbano Bonaerense. Sobre
esa base se estudiaría las propuestas autonomistas y así definir la viabilidad
de los nuevos municipios, tras lo cual, las propuestas de división se elevaría
desde el Ejecutivo Provincial a la legislatura bonaerense para su definitiva
aprobación.
Los trámites seguían su curso normal y los
plazos previstos se cumplían sin dificultades mientras ingresaban a la etapa de
las definiciones.
A partir de diciembre de 1993 A.P.A.I.
trasladó su sede a Mansilla 926 – Ituzaingó, desde donde emprendería la recta
final para ver el sueño del municipio nuevo. (ver anexo fotográfico – N 7).
El 19 de diciembre por la mañana, en el
Club “El Porvenir” de la ciudad de José C. Paz (partido de General Sarmiento),
el Dr. Carlos R. Álvarez brindó una reunión informativa y quienes lo
acompañamos fuimos presentados como los técnicos contratados por el Consejo
Federal de Inversiones (CFI) que éramos
integrantes del equipo de asesores que realizó el relevamiento socio –
económico de la región.
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Nueva sede de A.P.A.I. / Horacio Di Nápoli, Eduardo Espíndola, Antonio Alfonso y Enrique Bataller, 1994 |
El Dr. Álvarez dio precisiones acerca de
las características y los alcances de la iniciativa, que se cumpliría en forma
inexorable más allá de cualquier especulación política. Allí planteó que
pretendía lograr que el proyecto “GENESIS 2000” en su faz técnica debería estar
listo para el mes de febrero para que pueda ser ingresado a la legislatura
bonaerense para su tratamiento, pero el cruce de información no era tan fácil,
teniendo en cuenta el volumen de los datos relevados. Manifestó que se estaba
iniciando el contacto con diputados y senadores provinciales como anticipo de
esa etapa final. Luego, el equipo presentó los avances mediante gráficos, mapas
y paneles con fotografías aéreas de las zonas que se estudiaban para su
división. También se exhibió un video en el que se dieron a conocer datos y
estadísticas correspondientes a los posibles nuevos distritos y a los municipios
a los que pertenecían hasta ese momento.
Comenzaba la etapa en la que se iniciaban
los diálogos entre comisiones pro autonomías cuyas propuestas se encontraban en
superposición con otras que buscaban del mismo objetivo. Mi tarea estaba en
buscar consensos para equilibrar las distintas propuestas de los grupos
autonomistas, tema en el que se logró un importante equilibrio en la mayoría de
los casos que así se planteaban. De todas formas, la última palabra la tenían
los técnicos, en cuanto al grado de factibilidad y a la decisión de los
legisladores de la provincia en materia de límites. La idea se centraba en un
esquema de división territorial interna de los municipios ya existentes. Solo
Del Viso solicitaba salir del municipio de General Sarmiento para anexarse a
Pilar.
Se entraba ya al año 1994 con gran
expectativa y diez años de lucha por parte de A.P.A.I. con un recuerdo
emocionado de los primeros días de una institución que pasaba a continuar los
pasos dados por los pioneros de la autonomía en 1947 que había encabezado el
Dr. Idélico Gelpi.
Las
comisiones de vecinos del conurbano que acompañaban intensamente la labor de
los técnicos, trabajaban en coordinación con el proyecto del gobierno
provincial. A.P.A.I. convocó a los
representantes de las distintas comisiones para el 5 de febrero de 1994 en su
sede social para intercambiar ideas e
información y delinear los pasos a seguir.
A las instituciones que habitualmente
asistían se sumaron Virrey del Pino (partido de la Matanza), Los Querandíes
(ciudad Madero - La Matanza) y Ciudad
Evita (partido de la Matanza). Una vez analizadas las novedades, se coincidió
en que había que informar al resto de la comunidad. Allí se acordó que el 5 de Marzo a las 17,00
horas, se convocara a una reunión en el Club Fragio para las fuerzas vivas
locales y así poner en conocimiento a los vecinos de Ituzaingó sobre las
gestiones. Lo mismo harían las otras comisiones en sus respectivos municipios.
Esto se impulsó para informar a la ciudadanía. De esta manera, los vecinos podrían
expresarse sobre la autonomía municipal.
Concurrieron sociedades de fomento,
escuelas, asociaciones cooperadoras, clubes, instituciones culturales, salas de
primeros auxilios, centros de jubilados y vecinos en general.
Hubo un interesante intercambio de ideas y
se recogió un apoyo unánime a la autonomía de Ituzaingó. Se coincidió en
promover la reforma de la ley orgánica de municipalidades, que para entonces
establecía la cantidad de 24 concejales para todo distrito que tenga una
población de 200.000 habitantes o más, por considerar ese número como excesivo
y oneroso.
No obstante la buena acogida que tuvo el
trabajo de las comisiones territoriales, tanto por parte del gobernador Eduardo Duhalde como del diputado nacional
Carlos R. Álvarez, las instituciones de base no podían disimular el hecho de
ser conscientes de que la lucha no había terminado, si se tenía en cuenta que
por algunos intereses afectados por la anunciada subdivisión de municipios
sobredimensionados, verdaderos bastiones de poder político, iban a intentar dar
una última batalla.
El argumento de defensa comunitaria más
fuerte, era el derecho a ser libres, administrar los recursos propios, y la
razón de la que es prueba irrefutable el estado en que se encontraban los
municipios grandes, sobre todo las ciudades periféricas que se notaban
visiblemente afectadas.
“GENESIS 2000” era el resultado de un
estudio serio y profundo, tal vez como nunca antes se había hecho en el Gran
Buenos Aires.
En mayo de 1994, el Dr. Alvarez hizo distribuir
una gacetilla de prensa (ver anexo periodístico – N 8) en la que expresaba lo
siguiente: “El análisis que realizamos de cada una de las propuestas que nos
presentaron los grupos de autonomías, no solamente fue necesario e imprescindible,
sino que muy útil, porque nos permitió comprobar la reacción de la gente en
cada lugar, sus expectativas, sus necesidades, no nos quedamos trabajando entre
cuatro paredes y unos cuantos números.” “Debemos reconocer que cada uno de los
grupos pro autonomía había trabajado seriamente, porque de alguna manera
representaban legítimas aspiraciones de contar con mejores servicios y mejor
atención de parte de sus municipios.”
En junio de 1994, en una segunda gacetilla
de prensa el Dr. Carlos R. Álvarez dijo: “Así hemos llegado a las distintas
propuestas que le fuimos acercando al gobernador Duhalde, quien entendía, por
haber sido intendente del conurbano que sin un cambio estructural de fondo,
era imposible satisfacer las demandas legítimas de la comunidad de mejorar los
servicios.” “Porque en definitiva, los objetivos iniciales fijados por el
gobernador, fueron jerarquizar la institución municipal en los aspectos
políticos, económicos, financieros, sociales y culturales. Mejorar la calidad
de vida de los habitantes del conurbano bonaerense, aumentar la participación
del ciudadano como contralor de la gestión municipal y fortalecer el rol de los
ejecutivos municipales, con el fin de generar mejor eficacia en la gestión de
gobierno.” (ver anexo periodístico – N 9).
En julio de 1994, Álvarez continuó
informando respecto de los avances, diciendo: “Fundamentalmente buscamos que
toda nueva unidad a crear, cuente con un necesario equilibrio en todos sus
ámbitos, ya sea en su cobertura sanitaria o su desagote pluvial, para no
cometer errores del pasado, en donde para solucionar una urgencia puntual de algún
municipio, se perjudicaba a otro indirectamente, es decir, como dicen las
abuelas, se desvestía un santo para vestir a otro santo.” “Se estudia la
creación de una comisión de seguimiento de las deudas de los municipios, para
analizar caso por caso cuál sería el camino a seguir, a partir de la creación
de una nueva comuna.”
Ya para septiembre, el proyecto “GENESIS
2000” comenzaba a ganar más espacios en los medios de comunicación escrita, oral
y televisiva, que se hicieron eco de las declaraciones y anuncios oficiales o
le dedicaron comentarios con una frecuencia creciente, convirtiéndolo en un
importante tema de actualidad provincial. (ver anexo periodístico – N 10 y 11)
Esto confirmaba el optimismo de los grupos
pro autonomistas y la sensación de estar cerca del tratamiento legislativo, lo
que no era poco a 47 años del inicio del pedido oficial de autonomía municipal
para Ituzaingó.
La espera se hacía tensa y no se veía la
hora en que la propuesta tuviera estado parlamentario. Parecía que este
proyecto era la última oportunidad para el logro buscado. Un tema tan caro a
los sentimientos del pueblo ituzainguense y de varias ciudades del conurbano,
mantenía en alerta a sus impulsores, pues eran parte de un proceso fundacional
que los pondría como forjadores de una historia de la que hablarían las futuras
generaciones. Esta última apreciación, creo que nos involucra a todos. Cada uno
de nosotros desea sentirse útil a su sociedad y creo que ese momento nos ponía
como responsables de una transformación necesaria pero a la vez, verdaderamente
histórica, si medimos la trascendencia de sus efectos y la proyección de los
mismos.
La cautela con la que A.P.A.I. y los
distintos grupos autonomistas manejaban la información que le brindábamos, fue
clave para el buen desenvolvimiento de las tareas de investigación. El momento
final se hacía inminente y algunos imprevistos también, pero nada que pudiera
vulnerar la decisión política del gobernador.
El 28 de noviembre por la noche, acompañé a una entrevista al diputado Carlos R. Álvarez, a un canal de televisión zonal. Previo a esta, emitieron una entrevista al gobernador Eduardo Duhalde y una encuesta a vecinos que expresaban su acuerdo con la autonomía. Allí se mostraba un cuadro de situación con estadísticas y síntesis de los problemas de las áreas en estudios que justifican la decisión de dividir los megamunicipios. En esa nota televisiva, Álvarez comentó que la propuesta se reflejaba en una división del partido de Morón en tres municipios (Ituzaingó – Hurlingham – Morón). Dijo: “Para la demarcación territorial se tuvo en cuenta: las áreas de influencia de las principales líneas ferroviarias, los límites naturales como accidentes geográficos y grandes extensiones territoriales pertenecientes a las Fuerzas Armadas, al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la base aérea de Morón, los antecedentes históricos y la integración geográfica de algunos barrios periféricos largamente analizados por los grupos de trabajo de “GENESIS 2000”. Para ese momento, las encuestas de opinión en Ituzaingó ascendían al 91% de adhesión.
Comenzaban entonces los movimientos anti autonomistas a manifestar su descontento. Algunos sectores políticos empezaban a expresarse negativamente y se sumaban las quejas de algunos sectores pro autonomistas que vislumbraban que sus proyectos originales no iban a plasmarse, tal cual ellos lo planteaban. La garantía de la objetividad al momento de las decisiones estaba dada por dos aspectos muy claros, una primera instancia técnica, respaldada en casi dos años de trabajo intensos con el aval del Consejo Federal de Inversiones y una segunda instancia política que era legislativa.
El 11 de diciembre por la mañana de 1994,
en las instalaciones del Club Fragio, se realizó una de las últimas reuniones
informativas con la presencia del Dr, Carlos R. Alvarez, acompañándolo los
integrantes del equipo de “GENESIS 2000” y el intendente municipal de Morón
Juan Carlos Rousselot. Asistieron representantes de autoridades de
instituciones intermedias locales y vecinos.
En la ocasión se fundamentó el trazado de los límites y la justificación de las posibilidades económicas de autogestión, expresando los límites definitivos de la propuesta elevada al parlamento provincial: “calle Aristizabal, De la Tradición, Las Cabañas, Santa Rosa, ferrocarril Sarmiento, Zeballos, Prudán, Passadore, Gastón Jarry, Pedro Ferré, Hortiguera, Acevedo, y el río Reconquista.”
Ya habían rumores sobre proyectos
alternativos en todos los cuales la situación de Ituzaingó se veía perjudicaba,
provocando estos justificada inquietud.
El 16 de diciembre, A.P.A.I. elevó al Dr.
Eduardo Duhalde una carta manifestando su total acuerdo con las conclusiones de
“GENESIS 2000” y recordando expresiones vertidas por el mismo gobernador sobre
el proyecto. Acompañaron esta nota, la
firma de representantes de entidades locales y de numerosos vecinos. La firma
de este petitorio, con vistas a un segundo envío de planillas, se suspendió al
tenerse la certeza del inminente tratamiento del proyecto en la legislatura
bonaerense.
PROYECTO DE CIUDAD PARA ITUZAINGÓ
A.P.A.I.
proponía un municipio que preservara las características de una ciudad
que identificara a Ituzaingo como una de las más destacadas de la zona oeste
del Gran Buenos Aires. Una ciudad de espacios verdes, con áreas destinadas al
esparcimiento y la recreación, con un centro comercial principal, otros de
distinto orden en diferentes barrios y la creación de dos o tres parques
industriales. De esa manera, el comercio y la industria serían pilares claves
sobre los que se buscaba levantar el nuevo municipio y que a su vez no
pretendían alterar el estilo de vida propio de las zonas residenciales y de las
viviendas.
Esto significaba que donde había poco
movimiento de gente, consecuentemente disminuía la cantidad de negocios y
mermaba el crecimiento en todos sus aspectos, incluso el edilicio.
Por estas razones, el centro de Ituzaingó
languidecía y a su vez demandaba la urgente y nueva diagramación del trazado de
circulación de colectivos, y la incorporación
de nuevos servicios para que los vecinos de todos los barrios tuvieran
acceso a la estación de Ituzaingó del ferrocarril Sarmiento.
Se creyó también que si se lograba la
construcción de una terminal de ómnibus en la playa de maniobras de la estación
de tren, contribuirían al desarrollo local.
Los vecinos autonomistas buscaban así, una
reactivación inmediata que estaba directamente relacionada con la consecución
de su principal objetivo.
Para A.P.A.I., con la autonomía municipal
a la vista, aparecen en el horizonte de Ituzaingó cuestiones a resolver en un
futuro cercano. Para ellos, un plan regulador pasaba a ser materia de estudio
prioritaria, pues de acuerdo con las pautas en él establecidas se encauzaría el
crecimiento de la ciudad. La comisión directiva de la asociación, venía
trabajando en el tema y había elaborado y publicado su “Proyecto de Ciudad”,
resumido en un conjunto de medidas que apuntaban a preservar las
características que le son propias, ordenar su tránsito, promover el desarrollo
armónico de su comercio, su industria, actividades recreativas, etc.
En ese plan regulador, ocupaba un lugar
clave el futuro centro cívico. Esa idea dejaba en claro que la construcción de
un edificio que hiciera las veces de palacio municipal, no debía anteponerse a
obras realmente impostergables. Entendían así que la ubicación del centro
cívico tendría fundamental importancia en la delimitación de las áreas
comerciales, industriales y residenciales del nuevo municipio, como así también
en la determinación de la circulación del transporte público. Para ellos y en
principio, las dependencias municipales debían funcionar en edificios
alquilados para ese fin, pero eran conscientes que en algún momento se debería
encarar la construcción del edificio que sería la sede municipal.
La ubicación de la cabecera o el lugar
donde tendría asiento las autoridades municipales, fue motivo de opiniones
encontradas, pues la decisión traía factores de progreso para el área
geográfica en donde esta fuera instalada.
PROPUESTA DE A.P.A.I.
PARA LA CREACIÓN DE ITUZAINGÓ
Ituzaingó pertenecía al partido de Morón,
uno de los distritos más grandes del conurbano bonaerense y cuya población
equivalía al 3,41% del total del conurbano, con una densidad de 4.912,6
habitantes por Km2. Sus 643.552 habitantes lo ponían en la línea de los
municipios redimensionables ante la dificultad que demostraba su realidad en
reacción a los distintos factores mencionados anteriormente, como ser la
carencia de infraestructura para poder afrontar los efectos de un crecimiento
desproporcionado.
a) De acuerdo a las fracciones
censales sumadas por los pro-autonomistas en el croquis original presentado,
Ituzaingó se aproximaba a los 185.000 habitantes repartidos en unas
56.224 viviendas.
b) Planteaban un municipio con una
superficie de 43 Km2., siendo una de las primeras ciudades en extensión y recaudación fiscal del
municipio de Morón.
c) Contaba con 41 entidades de
bien público entre Sociedades de Fomento, Asociaciones Civiles, Clubes Sociales y deportivos.
d) Existían 42 escuelas oficiales y privadas en las categorías de: Primarias, Secundarias, Industriales, Adultos y de Oficios, con un total de 13.000 alumnos mixtos.
e) 6 Jardines de infantes,
oficiales y privados, con un total de1.200 niñas y niños.
f) 5 Bancos oficiales y privados,
financieras y cajas de créditos.
g) Un Hospital municipal y 16
instituciones de salud entre clínicas y salas de primeros auxilios. El
nuevo municipio arrancaría con 60 camas
para internación y consultorios externos con una capacidad anual de atención de 30.000 pacientes.
h) Sucursales y oficinas de agentes oficiales y de organismos de servicio públicos
i) 4 periódicos locales con un
tiraje mensual total de 30.000 ejemplares.
j) 8 iglesias parroquiales
católicas, como así también varias de distintas confesiones.
h) Un Proyecto de Ciudad para Ituzaingó.
Se aducía un aporte del 33% del total de
la recaudación de tasas y contribuciones que ingresaban al erario público municipal de Morón y la no
correspondiente devolución en obras y servicios. Además de la falta e
insuficiencia de servicios públicos como la red cloacal o de agua corriente. Se
adjuntó en su momento, un croquis con la delimitación propuesta (ver anexo
documental).
Morón, con 131 Km2, representaba en
superficie la suma de tres municipios, como por ejemplo: San Martin + Tres de
Febrero + Vicente Lopez que suman 141 Km2 o bien Avellaneda + Lanus + Vicente
Lopez que llegan en conjunto a 132 Km2. (ver anexo documental – N15).
Sumaron una base de datos sobre comercios
e industrias del lugar y un informe financiero sobre la capacidad de auto
sustentabilidad.
Además, una fundamentación histórica muy
contundente y documentación jurídica que respaldaba sus pretensiones
limítrofes. Agregaron antecedentes referidos a los años de trabajo por la
autonomía que databan de 1947.
También acercaron cantidades de firmas de
adhesión a la propuesta y copia de los proyectos legislativos que en las
distintas etapas, fueron presentados ante los legisladores de la provincia.
Toda su actividad estaba registrada en
actas prolijamente guardadas y la presentación formal se hizo mediante la
confección de una carpeta con todos los datos requeridos para tener en cuenta
en el momento de los análisis comparados. La apreciación sobre dicha
presentación puede verse en el Capítulo III de este libro. De la misma manera
lo hicieron otros grupos pro autonomistas.
EL ULTIMO OBSTACULO
Precisamente el jueves 20 de diciembre de
1994 se manifestó la negativa más enérgica a la creación del municipio de
Ituzaingó.
A las 8,00 horas de ese día recibo el
llamado del Dr. Álvarez, en donde me dijo: “Jorge, tenemos que viajar urgente a
La Plata porque quieren dividir a Morón en dos. Te espero en media hora en mi
casa.”
Salí lo más rápido posible y cuando estábamos
camino a La Plata, desde el teléfono celular de Álvarez iba convocando al
equipo técnico para que se reuniera con nosotros, ya que nos esperaban un grupo
de legisladores provinciales que podían contarse con los dedos de una mano y un
concejal del entonces partido de Morón, junto al presidente de la Comisión de Asuntos Municipales de la Cámara de Diputados de la Provincia. (ver anexo periodístico N 12).
Al llegar, el concejal se retiró y los
miembros del equipo de Álvarez, no pudimos entrar a la reunión con los
legisladores, pues aducían que la conversación iba a tener más contenido
político que técnico.
La razón del encuentro pasaba por un trabajo de 200 hojas que había realizado una consultora privada, con un mes o dos de preparación y que trataba de fundamentar la idea de dividir a Morón básicamente en dos mitades, o en tres y haciendo pasar el límite por la Av. Gaona (hoy Presidente Perón – Autopista del Oeste – Ruta 7). De esta manera, Ituzaingó no tendría autonomía y quedaría unida al viejo Morón, Villa Udaondo pasaría a ser parte del nuevo municipio de Hurlingham y además se crearía un municipio muy pequeño con cabecera en la ciudad de Haedo (ver anexo periodístico – N 13).
En la reunión, Alvarez se encontró solo
ante la postura de los legisladores que ofrecían el ingreso del Proyecto
“Genesis 2000” en la Cámara de Diputados Provincial por la mañana y saliendo
aprobado por la noche en senadores, pero la condición era dividir Morón de
acuerdo a ese nuevo estudio. (ver anexo periodístico N 14).
La postura contraria, que pasaba a ser la
nuestra, era la que tenía mayor fundamento académico y técnico y miles de
páginas y mapas que fundamentaban nuestro trabajo con profesionales y con la
comunidad. Pero al momento del pragmatismo político, era difícil hacer comprender
la profundidad de lo estudiado.
Ante esa situación límite, el Dr. Álvarez
prefirió que la decisión final quedara en manos del gobernador bonaerense quien
tuvo la idea original de la descentralización territorial.
Fue así que se decidió suspender esa reunión
hasta que se revisaran los fundamentos de ambas propuestas para luego tomar la
decisión correcta. La operatoria se detuvo y la autonomía, para bien o para
mal, no se concretó para ese día.
Mientras tanto, A.P.A.I., que estaba en permanente contacto telefónico con nosotros, mantenía a la comunidad informada de los acontecimientos y por ende en estado de alerta.
Finalmente, entre la noche del 28 de diciembre de 1994 y la madrugada del día 29, sobre tablas y luego de intensas negociaciones en el sector oficialista, que provocaron modificaciones en el proyecto original y sin el voto de la primera minoría, en disidencia con el procedimiento elegido, la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires primero y la de Senadores después, aprobaron la división del partido de Morón.Había sido comprendido el sentido y los fundamentos aportados por el proyecto “GENESIS 2000” y nacían de este modo tres nuevos municipios: Ituzaingó (que incluye Parque Leloir – Villa Udaondo) con 157.000 habitantes; Hurlingham (que incluye a Santos Tesei – Willian Morris) y unos 190.000 habitantes; y el viejo Morón (incluyendo Castelar – Haedo – Villa Sarmiento y el Palomar) que queda con 325.000 habitantes, ya que en la Cámara de Diputados le quitan a Ituzaingó los barrios que quedan entre el límite final, o sea entre la calle Blas Parera y la base aérea de Morón (unos 20.000 habitantes en 300 manzanas). (ver anexo periodístico N 15).
Según el texto aprobado de la ley 11.610 (ver anexo documental – N 5, páginas 1 a 6), la nueva comuna de Ituzaingó, como la de Hurlingham, tendrán en sus inicios, un Concejo Deliberante integrado por diez ediles y Morón continuará con 14 concejales. Posteriormente, quedaba pendiente una modificación a las proporciones que la Ley Orgánica de Municipalidades establece en cuanto a la cantidad de concejales, en relación a la proporción de habitantes.
Los tres distritos elegirían sus
autoridades municipales el 14 de mayo de 1995 (ver anexo periodístico).
Aquellos ediles a quienes les restaba cumplir dos años de mandato, completaron
sus períodos de concejales en el municipio que les correspondía por domicilio, de acuerdo a la nueva división
territorial.
En el caso de Ituzaingó, lo hicieron los
concejales Fernando Miño (Unión Cívica Radical) y José González (MODIN).
La ley entró en vigencia luego de ser
promulgada por el gobernador Eduardo Duhalde a principios de 1995.
La alegría embargó a los ituzainguenses,
salvo por el cercenamiento del territorio propuesto por A.P.A.I. y los equipos
de “GENESIS 2000”, que convalidó el Consejo Federal de Inversiones. Esta
modificación afectó a los barrios Calé, Seré, Santa Rosa, Marina y San Juan,
cuyos habitantes siguen manifestando su voluntad de ser integrados a Ituzaingó.
FINAL DE UN LARGO CAMINO
En el año 1947 por primera vez se habló de
la autonomía municipal de Ituzaingó. Eran los tiempos del Dr. Idélico Gelpi,
conductor de aquellas gestiones, frustradas dos años más tarde con la
modificación de los límites de la ciudad, trasladándose desde las calles Estanislao
López y Pergamino hasta el eje Santa Rosa – Blas Parera, durante la intendencia
de Don César Albistur Villegas.
El intento se reiteró en la década
siguiente, encabezado por el señor Jorge A. Galtié, y nuevamente en los años
sesenta, esta vez conducido por Eduardo L. Firpo. A estas frustraciones le
siguió un largo paréntesis, aunque el sueño de la autonomía municipal
permaneció latente en nuestra comunidad. A principio de 1984 se reinició el
intento que da lugar a la aparición de la Comisión Pro Autonomía de Ituzaingó y
que luego se constituyó en Asociación Civil
con el nombre de A.P.A.I.
A 11 años de aquel momento y a 47 años del
primer intento, el sueño se había convertido en realidad. La comunidad ituzainguense pasó a ser dueña
de su destino y los contemporáneos de la época, los nuevos fundadores. Un acto
de justicia que por fin pone en manos de sus pobladores, las llaves de su
futuro. Un desafío que valió la pena afrontar.